La Economía no es neutral en materia de género

1. ¿Democracia Económica?

A nivel mundial sólo entre 8 personas (ninguna mujer) poseen una fortuna igual al 50% de la población (3.600millones de personas) (Davos 2017). En España 3 personas poseen una riqueza igual al 30% de la población (14 millones de personas). En Araba, Bizkaia y Gipuzkoa el 1% más rico posee la misma fortuna que el 43% de la población (datos de antes de las crisis, en la que ha habido mayor concentración de la riqueza).

Su riqueza es nuestra pobreza. Población por debajo de umbrales de pobreza: U.E. 122,3 millones de personas (24,4% de población), España 13,33 millones (28,6%), HEH 528.273 personas (17,1% Nafarroa y 19% A-B-G)

2. El sector público ¿Corrige o agranda la injusticia social?

En Política Económica, en la década de los años 70, se afirmaba que un gobierno solamente puede considerarse legítimo cuando ante la desigualdad generada por el sistema económico, corrige esa desigualdad a través de la acción pública. Analizada la distribución de la renta en HEH se ve la gran concentración, frente a ello el sector público podría actuar sobre la desigualdad por tres vías: 

Legislación laboral y Salarios Mínimos Dignos. Y vemos como por esta vía el Gobierno concentra más la renta a favor del capital, con la precariedad laboral, la baja cobertura al desempleo (61,3% de parados no cobra prestación de desempleo), y un SMI por debajo del Umbral de Pobreza (825,6€ mensualizados, frente a los 1.480,3 de Iparralde o los 1.531,9 de Bélgica por ejemplo.).

Política fiscal: Las reformas fiscales sucesivas han implicado más impuestos para las trabajadoras y menos para las rentas altas. En IRPF el mínimo ha pasado del 15% al 23% mientras que el Máximo de las rentas altas ha pasado del 56% al 45%. El IVA ha pasado del 12% al 21%. El impuesto de Sociedades del 35% al 24%, etc.

Gasto social y de garantía de rentas, En vez de desarrollar Prestaciones Sociales por encima del Umbral de pobreza, está recortando paulatinamente el gasto social, a favor del TAV, y del coste de la Deuda Pública.

CONCLUSIÓN: la actuación del sector público en vez de distribuir renta la concentra aún más en menos manos.

3. Los efectos de esta política económica pública no son neutrales en materia de género

La discriminación de la mujer no puede seguir argumentándose que es por falta de formación técnica cualificada, las estadísticas universitarias lo desmienten. Existe una discriminación “per se” en el acceso de la mujer a los trabajos valorados y a los contratos protegidos. La precariedad labora femenina no solamente no se corrige sino que se ha agrandado en la última década, lo que se traslada a:

_ los salarios medios: Mientras que la renta media de Trabajo en A-B-G es de 11.821 € anuales, por género es de 14.935 para los hombres y 8.936 para las mujeres.

_las pensiones y todas las prestaciones sociales: Mientras que la pensión media de Jubilación en A-B-G es de 1.236€ al mes, por género es de 1.479 para los hombres y 789 para las mujeres.

_Los gastos públicos de ayuda a la familia, a la dependencia, etc. son mínimos; recayendo todo el esfuerzo de reproducción y cuidados en las mujeres. El 76,7% de la población dependiente de A-B-G no recibe ningún servicio público. El 97,3% de los ocupados a tiempo parcial por cuidar hijos menores de 14 años son mujeres. Entre los desempleados por hacerse cargo de los hijos o dependientes el 90% son mujeres.

Este modelo crea pobreza entre las mujeres y sus hijas, el 10,3% de los hogares encabezados por mujeres están en pobreza, frente al 4,6% de los de los hombres.

4. Nueva orientación presupuestaria: presupuestos sociales de género

Centrados en un conjunto de valores y principios alternativos que comiencen a dar prioridad a las necesidades socioeconómicas de los grupos más vulnerables, en los que siempre las mujeres somos mayoría. Para ello es básico democratizar, desde el concepto de género y clase, todo el proceso presupuestario.

Democracia Participativa en Presupuestos

• 1 Formar y dar instrumentos para que la sociedad pueda determinar el impacto de las medidas fiscales sobre la igualdad/ desigualdad de género y clase.
• 2 Marcar como prioritarias las políticas sociales con gran repercusión de genero: Políticas de protección a la familia (educación, comedores familiares, cultura integradora, protección pública suficiente para todas las personas dependientes, deporte femenino, transporte público de cercanía gratuito para menores...) 
• 3 Analizar si el presupuesto reduce, aumenta, o no modifica la desigualdad.

Todos los movimientos sociales tenemos un papel importante en:

• 1 Despertar conciencias y formar a la población para que influya a favor de la justicia y la igualdad efectiva de género en el gobierno público y en unos presupuestos correctores de las desigualdades de género.
• 2 La cooperación necesaria para diseñar estrategias en red que ayudan a abrir nuevos caminos para avanzar en la igualdad social, económica y ecológica entre hombres y mujeres.

Esta cooperación se vuelve imprescindible si se quiere avanzar hacia la construcción de una democracia real, en la que la participación de la mujer sea un elemento básico a favor de un nuevo modelo económico, ecológico y social que permita superar la crisis global del patriarcado.